El Día Mundial de los Animales es celebrado cada 4 de octubre y no es una fecha que pase desapercibida para el mundo.
Lo de hoy, es tener perrhijos y gathijos, no solo porque resulta más fácil que tener hijos, sino porque son una compañía que todos terminamos adorando. Pero claro, no porque sea más sencillo, debemos descuidar a nuestras queridas mascotas y demás animales. Pues hoy no todo es relacionado a los compañeros de casa.
Debemos destacar la necesidad urgente de proteger a los animales y promover su bienestar en un momento en que enfrentan numerosos desafíos.
La celebración de este día es una oportunidad para crear conciencia sobre diversas cuestiones relacionadas con los animales, incluyendo la conservación de la biodiversidad.

En todo el planeta, numerosas especies de animales se encuentran en peligro debido a la pérdida de hábitat, la caza furtiva, la contaminación y el cambio climático, así como a nosotros nos afecta nuestro propio desastre, a ellos les complica demasiado el seguir viviendo.
El Día Mundial de los Animales brinda una plataforma para sensibilizar al público sobre la importancia de preservar la diversidad de la vida silvestre y tomar medidas para proteger a estas especies en peligro.
Además de la conservación, este día también es usado para que, como seres humanos, reflexionemos y promovamos los derechos de los animales. Se alienta a las personas a considerar cómo sus acciones diarias pueden afectar a los animales, desde las decisiones sobre alimentación y consumo hasta la elección de productos de origen animal, entendemos que no todos los cuerpos son aptos para ser 100% vegano o vegetariano, pero, a parte de nuestra propia salud, el no comer carne diariamente, mejoraría el mundo.
La lucha contra el maltrato animal es un objetivo fundamental en esta fecha, ya que se busca crear una sociedad en la que los animales no sufran abusos ni crueldad. Y no, no hablamos solamente del maltrato en lugares como los circos, zoológicos, etc. Si tú eres de los que tiene perritos en la azotea, también cuenta como maltrato animal.
Recuerda que el hacernos responsables de otra vida, implica darle un techo, amor, comida, llevarlo al veterinario, tanto a chequeos como por tratamientos especiales, tiempo de juego, tiempo de apapachos y no solo tenerlo amarrado y encerrado.
También lucrar con especies exóticas y no exóticas, ya que no solamente sufren las madres, sino que desconocemos que pasara con sus crías una vez que se hayan vendido, pues no existe un correcto seguimiento sobre esas ventas.